Orden y limpieza

Esta ficha proporciona información técnica sobre cómo controlar el polvo durante las operaciones de limpieza en el lugar de trabajo y cómo organizar el futuro lugar de trabajo de forma eficaz. Como complemento a las medidas técnicas utilizadas para reducir la generación de polvo de sílice cristalina y su dispersión en el ambiente, es fundamental la implantación de una sistemática de limpieza de las instalaciones para eliminar el polvo que se acumula en las superficies de trabajo. 

Establecer procedimientos de orden en los lugares de trabajo crea condiciones más favorables de seguridad, de eficiencia de recursos y de ambiente de trabajo.

Es posible que, según las circunstancias específicas de cada caso, no sea necesario aplicar todas las medidas indicadas en esta ficha para minimizar la exposición a sílice cristalina respirable y se deba optar por seleccionar las más idóneas y apropiadas.

Procesos y equipamientos

Los métodos de limpieza por vía húmeda permiten el control del polvo depositado en las superficies de trabajo evitando que se movilice y se ponga en suspensión. Cuando se utilicen métodos de limpieza en húmedo se debe disponer de un número adecuado de tomas de agua correctamente ubicadas y se debe prestar atención a que las mangueras estén bien desenrolladas.

Previamente al uso de medios húmedos se deben retirar los residuos o escombros de mayor tamaño que puedan salir proyectados por efecto del agua a presión.

Si se utilizan métodos de limpieza en húmedo, las instalaciones eléctricas deberán estar protegidas ante una posible entrada de agua.

Es imprescindible disponer de una red canalizada de drenaje para las aguas residuales generadas en el proceso de limpieza y realizar un mantenimiento periódico de la misma.

Realizar la limpieza hacia las canalizaciones de agua de forma que se evite la acumulación de material en zonas en las que pueda llegar a secarse y volver a ponerse en suspensión. Las aguas residuales deberán ser tratadas y gestionadas para un vertido seguro.

Las operaciones de limpieza no deberán constituir por sí mismas una fuente de riesgo para los trabajadores que las efectúen o para terceros, por lo que se realizarán en los momentos y de la forma más adecuada. No se deberá proyectar agua a presión sobre los trabajadores.

Manguera. Conectada a una red de abastecimiento de agua se proyecta la manguera contra la superficie a limpiar, generalmente se combina con el uso de cepillos para el  arrastre de los lodos generados hacia la red de drenaje.

Hidrolimpiadora. Bombea agua a alta presión y puede adicionar detergentes de limpieza. Útil para limpieza de superficies verticales y horizontales.

Fregadora. Se usa para la limpieza de suelos mediante el movimiento giratorio de cepillos y la adición de detergente. Pueden ser de operadores a pie o a bordo.

Pulverización. La proyección de gotas de agua de pequeño diámetro es un tratamiento idóneo para humedecer vertidos accidentales de material fino y seco.

Cuando se limpie con medios húmedos y el pavimento resulte deslizante se balizará y señalizará adecuadamente la zona.

Se recomienda el uso de ropa impermeable y botas de caña durante el desarrollo de las tareas de limpieza. Se utilizará protección auditiva cuando el ruido emitido por los equipos de limpieza resulte molesto o presente riesgo.

Se eliminarán con rapidez los desperdicios, las manchas de grasa, los residuos de sustancias peligrosas y demás productos residuales que puedan originar accidentes o contaminar el ambiente de trabajo.

En condiciones de baja temperatura tener en cuenta la posibilidad de congelación del agua de baldeo sobre superficies que puedan dar lugar a resbalones.

Desarrollo de un protocolo específico para la limpieza de los lugares de trabajo que incluya una descripción de las tareas, los equipos empleados, los productos involucrados y las medidas de seguridad. Se pondrá a disposición de los trabajadores que desempeñen tareas de limpieza.

Barredoras industriales. Se emplean para la limpieza de suelos, con la acción mecánica de los cepillos de distintos tipos que incorporan se eliminan los residuos más pesados mientras que el polvo que se levanta es aspirado y retenido por filtros de aire lavables. Pueden ser de operadores a pie o a bordo.

Aspiradoras industriales. Máquinas portátiles indicadas para pequeñas superficies de trabajo y para colocadores e instaladores de obras interiores. Deben disponer de filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) para la captación de polvo fino. El material de filtración que se usa en las máquinas de eliminación de polvo (SBM), se comprueba de conformidad con la norma DIN EN 60335-2-69 Anexo AA. El grado de paso máximo decide si el material de filtración corresponde a la clase L, M o H.

Aspiradora portátil: Equipos portátiles, más ligeros, con bastidor ergonómico indicados para la aspiración de polvo en espacios reducidos que proporciona gran comodidad de transporte.

Se desaconseja totalmente el uso de pistolas o escapes de aire comprimido para la limpieza de puestos de trabajo (que en ocasiones se utiliza también indebidamente para la limpieza de ropa, pelo, etc.).

Se desaconseja eliminar los escombros mediante barrido en seco con cepillos y escobones.

Se utilizará protección auditiva cuando el ruido emitido por los equipos de limpieza resulte molesto o presente riesgo.

Se revisarán y sustituirán periódicamente los filtros de las aspiradoras.

Se realizará de forma segura y conforme a los protocolos establecidos el vaciado de de contenedores de polvo y escombro.

Eliminar lo innecesario y clasificar lo útil. Selección y discriminación de los elementos en función de su utilidad para realizar el trabajo previsto, disponiendo de contenedores o espacios especiales para la recogida de lo innecesario. Dos parámetros importantes para determinar el grado de necesidad de los elementos útiles para el trabajo previsto son:

  • La frecuencia con que se necesita el elemento.
  • La cantidad de elemento necesaria para el trabajo.    

Medios necesarios para guardar y almacenar el material. Debe establecerse claramente donde tiene que estar cada cosa de modo que todo trabajador que vaya a necesitarla sepa de manera indudable donde va a encontrarla y donde debe devolverla. De manera que se consiga cumplir con el aforismo "Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar".

Localizar el material fácilmente. Es importante implantar un procedimiento de ordenación de los elementos útiles para el trabajo, para lo cual se deben considerar dos fases:

  • Decisión de las localizaciones más apropiada: Cada emplazamiento estará concebido en base a su funcionalidad, rapidez de localización y rapidez de devolución a su posición de procedencia.
  • Identificación de localizaciones: Una vez que se han decidido las mejores localizaciones, se precisa tenerlas identificadas de forma que cada uno sepa donde están las cosas, que cosas hay y, en su caso, cuantas hay.

Crear y consolidar hábitos de trabajo encaminados a favorecer el orden y la limpieza. Para implementar una sistemática de orden en el lugar de trabajo es necesario:

  • Compromiso e implicación de la Dirección de la empresa
  • Asignación de tareas, funciones y responsabilidades.
  • Integración de las tareas de orden en los puestos de trabajo como algo ordinario y no extraordinario.
  • Registro, verificación y control periódico de los protocolos de orden establecidos.

Debe asegurarse en todo momento que el equipo utilizado en las tareas de limpieza se mantiene, en buen funcionamiento y condiciones, de acuerdo con las instrucciones del proveedor o instalador.

Orden y limpieza de los equipos y las instalaciones auxiliares después de cada uso. Al finalizar la jornada el trabajador designado deberá realizar las operaciones de orden y limpieza programadas.

Cambio periódico en función del tiempo y del uso de los consumibles de los equipos: Filtros, cepillos, boquillas, mangueras, llaves de paso, etc.

Comprobación visual del equipo de limpieza una vez por semana como mínimo para detectar posibles signos de daños o, si el equipo se utiliza constantemente, se realizará con mayor frecuencia. Si se utiliza con poca frecuencia, se comprobará antes de cada uso.

Realización de inspecciones de los equipos o instalaciones por el fabricante o personal cualificado. Custodia de los registros de las intervenciones realizadas en los equipos.

Las tareas de orden y limpieza de los lugares de trabajo deben ser periódicas. De forma general los trabajadores deben mantener limpio y ordenado su puesto de trabajo.

Es aconsejable registrar las operaciones de limpieza específica donde figure el responsable, la fecha y la intervención realizada.

Se deben evitar posibles obstrucciones en la red de drenaje de aguas residuales que generen atascos o desbordamientos.